viernes, 5 de octubre de 2007

lo nuevo de pj harvey




Claramente White Chalk no es el mejor lugar para empezar a escuchar a PJ Harvey si nunca lo hiciste. Menos, aún, si pensamos que todo el disco está centrado en un instrumento que antes no tocaba, como es el piano. Y ni hablemos si el rango de voz es claramente mas alto que el de costumbre. Una cosa es cierta: sus álbumes nunca se parecen al anterior. El lugar obvio para describir White Chalk (y sepan disculparme) es el de "album intimista y maduro", una descripción que uno NUNCA quiere escuchar acerca de un lanzamiento. Pero este octavo disco (sin contar las Peel Sessions) está muy lejos de sonar aburguesado y sin búsqueda. Muy por el contrario, requiere de una escucha dedicada. Adentrarse en una atmósfera contínua, casi de época... y muy cercana al drama. Un album en apariencia despojado, pero con una consistencia arrolladora.

Esta es la presentación de Silence, en vivo.
No esperes guitarras. El grito es muy distinto.

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